Me encantaría que Culebra estuviera aquí para verme, para compartir esta buenísima noticia conmigo… con nosotros.
El problema es que no sabemos dónde está. No nos coge el teléfono, no contesta a nuestras llamadas. Es como si se hubiera esfumado.
El ambiente en casa está muy enrarecido… y más después del mensaje que dejó en el contestador. Mario está hecho polvo. Se siente culpable. Bueno, todos nos sentimos culpables por la manera en que se fue. Le dimos de lado, pero… es que se le fue la cabeza.
¡¡¡Acusó a Ángel de haberle querido matar!!! Puede que Ángel no sea perfecto, pero de ahí a querer hacernos daño…
¿Qué le ha llevado a acusarle de esa manera?
Sandra Castillo Rey
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